EE.UU: inmigrantes y agricultura
Por Mariana Martínez
BBC Mundo
Muchos cítricos de Florida quedarán colgando de los árboles. Comprar una bolsa de naranjas en el estado de Florida se está volviendo todo un desafío para el bolsillo.
Se tiene que estar dispuesto a pagar hasta US$4.99 por 4 libras (1,81 kilos) de naranjas, en un estado que es productor tradicional de esa fruta.
El patrón se está repitiendo con otros productos agrícolas como las uvas y los tomates, no sólo en Florida, sino a lo largo y ancho del país. Y, lo que más preocupa, es que todo parece indicar que los precios continuarán por las nubes por un buen tiempo.
La razón para esta escalada en los precios va más allá de adversas condiciones climáticas que puedan causar una merma en la producción. El problema radica en que cada día se hace más difícil encontrar quien se remangue la camisa, le de la cara al sol y salga a recoger las cosechas en los campos de Estados Unidos.
Las recientes redadas del Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE) en estados claves como Florida, California, Texas y Arizona, sumadas a las posibilidades de mayores sanciones por parte de las autoridades para castigar a aquellos que contraten trabajadores indocumentados y/o le alquilen viviendas, le están dando un dolor de cabeza a la industria agrícola en Estados Unidos.
El peso en la agricultura
Y no es para menos. Los trabajadores extranjeros, más que nada, los indocumentados, constituyen una fuerza laboral de mucho peso en el sector agrícola estadounidense.
El Departamento del Trabajo de Estados Unidos calcula que el 53% de los aproximadamente 1,8 millones de trabajadores agrícolas son extranjeros indocumentados, en su mayoría de origen hispano.
Los productores agrícolas estadounidenses se quejan de que los temores sobre leyes de inmigración más severas han desplazado a estos trabajadores hacia el norte -a estados donde los controles sean menores o puedan pasar más desapercibidos- o incluso desmotivado la llegada de otros, más que nada a los trabajadores «golondrinas» que llegan en época de cosecha.
Estos temores han hecho que en estados como Florida y California se sienta la falta de trabajadores agrícolas para el cuidado y la recolección de cosechas.
Los cítricos en jaque
Según cálculos del Departamento de Agricultura de EE.UU., la cosecha de cítricos de Florida podría ser una de las peores en su historia reciente, debido a los daños causados por huracanes y la falta de trabajadores.
También el sector vitivinícola californiano está sufriendo.
Se estima que la producción alcanzará los 150 millones de cajas -90 libras de naranjas cada una-, la que resultará un tercio inferior a la cosechas previas de los dos últimos años de tormentas aunque ligeramente mejor que la de 2005.
A lo que se le suma que las frutas se están quedando en los árboles debido a la falta de mano de obra para recogerla. Los productores temen que unas seis millones de cajas de naranjas queden sin recogerse este año debido a la falta de trabajadores.
La Asociación de Trabajadores Agrícolas de Florida (FWAF) calcula que en el estado hay más de 300 mil trabajadores agrícolas, en su mayoría hispanos, de los cuales más del 80% son indocumentados.
La merma en las cosechas y la falta de trabajadores han hecho subir los precios de los cítricos ¿fruta fresca y jugos- en los mercados dentro y fuera del estado.
El 75% de las naranjas que se consumen en Estados Unidos se producen en Florida y representan para el estado ingresos por US$9 mil millones anuales.
¿California sin uvas?
En California, el panorama es muy similar. El sector vitivinícola se declaró la semana pasada en crisis por la falta de hasta el 70% de trabajadores extranjeros para levantar las cosechas.
La asociación de vinicultores de California calcula que necesitará unos cien mil campesinos en las próximas cuatro semanas para levantar las cosechas de vino de mesa en la región central de California, de uva de mesa y frutos para pasas de exportación. Pero estima que sólo contará con unos 30 mil.
El impacto de la falta de trabajadores se ha hecho sentir en otros sectores como la producción de fresas, lechugas y zanahorias.
Las fresas frescas se recogieron con el 40% de los trabajadores que se necesitaba en las regiones del norte de San Diego y la costa Pacífico al sur de San Francisco, lo que motivó un alza de precios de más de un 100% respecto a 2004.
La industria agrícola representa ingresos por US$36 mil millones anuales para California.
¿Y en el futuro?
La falta de trabajadores inmigrantes en los campos de EE.UU. se hace notar en las mesas y los bolsillos de todos los estadounidenses.
Sin embargo, en el congreso sigue estancada la nueva ley migratoria que promete otorgar permiso temporal de trabajo a millones de indocumentados, al tiempo que el Departamento de Seguridad Nacional puso recientemente en práctica un plan para que los empleadores cooperen con el gobierno y eviten la contratación de indocumentados.
Lo que hace pensar que, en este lado del mundo, seguiremos pagando las naranjas, las uvas y los tomates a precio de oro.
Mientras que a los inmigrantes indocumentados les tocará optar por trabajos menos «visibles» o no cruzar la frontera y dejar de lado el sueño americano.
- 23 de julio, 2015
- 13 de mayo, 2025
- 12 de mayo, 2025
- 18 de abril, 2025
Artículo de blog relacionados
El Nuevo Herald El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, puede no haber...
26 de mayo, 2013- 19 de noviembre, 2023
The Wall Street Journal Americas Hace 80 años, Ralph Heilman, el decano de...
26 de marzo, 2014Por Leopoldo Puchi Correo del Caroní A propósito de la grave crisis de...
28 de septiembre, 2008