La semilla de más extremismo islámico

La Nación

A continuación se transcribe el editorial del diario The Daily Star, del Líbano:

BEIRUT.- Las acciones de Israel amenazan con reabrir el vacío moral de los años de guerra. En respuesta a los incesantes ataques de Israel contra el Líbano, el líder de Hezbollah, Hassan Nasrallah, sólo mostró enorme sangre fría, compromiso y una resolución firme. Esto sólo demuestra que la actitud del premier israelí, Ehud Olmert, y su manejo de lo que podría haber sido una crisis limitada no está logrando nada que pueda disuadir a Hezbollah y sólo ha conseguido empujar a toda la región a una guerra de mayores dimensiones.

En vez de ocuparse de las causas de fondo del conflicto regional, el premier israelí está respondiendo a una crisis con una escalada sin precedente. La línea de Olmert -y de Washington- es que Israel se está defendiendo tanto en el caso de Gaza como en el caso del Líbano, pero hemos visto que cada uno de esos desproporcionados actos de «autodefensa» es prácticamente una provocación que sólo sirve para poner más vidas árabes -e israelíes- en riesgo.

La gente de la región se ha pegado a la pantalla de sus televisores, viendo el horror de las bombas y misiles israelíes que llueven sobre Gaza y el Líbano, destruyendo nuestra infraestructura, nuestros hogares y nuestras vidas y empleos civiles. Aunque estas armas de fabricación estadounidense no logran disminuir la determinación de los militantes, destrozan en nuestra región todo sentido de compasión y moralidad. El vacío moral que dejan se llena con un odio palpable, con furia y un deseo de venganza ilimitado. Es mejor que no olvidemos que fue durante la sangrienta invasión israelí al Líbano en 1982 cuando el joven Osama ben Laden contempló la destrucción de los edificios en Beirut y decidió que derrumbaría las torres del World Trade Center.

Las acciones de Israel en Gaza y el Líbano están creando ahora una nueva generación de militantes que no se detendrán ante nada para cumplir su venganza contra Estados Unidos e Israel. Si la tendencia actual se mantiene, esta próxima generación de militantes superará a sus predecesores, tal como Hezbollah, Hamas y Al-Qaeda han sobrepasado al Frente Popular por la Liberación de Palestina. Llevarán el actual conflicto global a niveles aún más extremos y aterradores. Por cierto que los israelíes tienen derecho a «defenderse», pero la defensa no se logra por medio de la hostilidad bélica indiscriminada.

Seguramente existe un medio más eficaz de proteger la vida de los ciudadanos israelíes, una manera que garantice una paz a largo plazo en vez de una victoria a corto plazo. La mejor manera sería cortar el nudo gordiano de la región y concluir el conflicto árabe-israelí por medio de amplios acuerdos de paz. Pero en vez de hacerlo, los israelíes están apretando aún más el nudo por medio de la escalada bélica. Al hacerlo, dejan al mundo entero enredado en una cíclica trama de violencia en la que ninguna ciudad -desde Gaza y Beirut hasta Haifa, Washington, Nueva York y más- estará a salvo de las represalias.

Traducción: Mirta Rosenberg