¿Es un partido «indígena» la solución?
Por Homo Economicus
CISLE
Hace pocos días, Prensa Libre de Guatemala destacó las intenciones de la Sra. Rigoberto Menchú para formar un “partido político indígena” con miras a ganar las elecciones del 2011. De acuerdo al reportaje, se busca una propuesta política indígena puesto que califican a los actuales partidos políticos como “excluyentes” ya que los secretarios generales son hombres y ladinos. ¿Puede ser un “partido indígena” la solución política que necesitamos?
Creo que es positivo que la Sra. Menchú finalmente anuncie sus intenciones de participar políticamente. Independientemente que no comparta sus ideas políticas, la competencia de ideas será siempre favorable a todo proceso democrático. Ojala que su ejemplo sea incentivo para la participación de más personas.
Sin embargo, creo que la propuesta nace con un pecado original. Su partido se formará para combatir el supuesto racismo existente en la política; pero para ello, necesariamente discriminará a todos aquellos que no sean “indígenas”. ¿Entonces? ¿Cuál es la propuesta de Menchú para combatir el racismo? Más racismo pero al revés…
En mi opinión, más participación indígena no ofrece garantía alguna de mejores resultados. Como más participación ladina tampoco. Es un error creer que cuotas de participación étnica son reflejo de un buen sistema político. Nada más equivocado. La métrica deben ser los resultados concretos que la población perciba de dicho sistema no su conformación étnica.
A lo largo de su historia reciente, Guatemala ha mostrado un pobre sistema de partidos políticos formado principalmente por “ladinos”. No creo que será diferente si se le da la vuelta a la tortilla y ahora el sistema político se vuelve “indígena”. El recién fallecido ex Presidente, Romeo Lucas, se enorgullecía de llamarse asimismo “indio” haciendo alusión a su origen étnico; y su gobierno ha sido duramente criticado por la Sra. Menchú. Lo que necesitamos, por tanto, es reformar el Estado para que los políticos que lleguen al poder lo ejerzan dentro de un marco de incentivos que limiten su discrecionalidad.
De cuando en cuando llegarán “buenos” políticos al poder y, de repente llegarán “malos”. En ambos casos, esos límites nos protegerán de malas decisiones por parte de ladinos o indígenas. No es un problema de la raza de las personas sino del marco de incentivos en donde éstas operen.
Lo cierto es que el racismo continúa siento una lucrativa divisa política de la cual muchos han llevado agua a su molino. Ahora, tendremos la oportunidad de comprobar si ésta le generará los dividendos políticos que la Sra. Menchú y sus colegas esperan en su nuevo proyecto. Mientras ese momento llega, el resto de ciudadanos debería pensar en esas reformas para amarrarles las manos a los políticos que lleguen al poder.
- 23 de julio, 2015
- 13 de mayo, 2025
- 12 de mayo, 2025
- 18 de abril, 2025
Artículo de blog relacionados
El Nuevo Herald El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, puede no haber...
26 de mayo, 2013- 19 de noviembre, 2023
The Wall Street Journal Americas Hace 80 años, Ralph Heilman, el decano de...
26 de marzo, 2014Por Leopoldo Puchi Correo del Caroní A propósito de la grave crisis de...
28 de septiembre, 2008