Argentina: La inflación y sus perspectivas

Editorial – Clarín

La inflación del mes de mayo se ubicó por debajo de las previsiones públicas y privadas, internas y externas, lo cual puede consolidar, al menos en el corto plazo, la estabilidad de precios.

El mes pasado el costo de vida aumentó un 0,5%, acumulando un 4,4% en los cinco primeros meses del año, un porcentaje menor al del período precedente.

Dentro de los precios al consumidor, los de los bienes de la canasta básica cayeron por segunda vez consecutiva, lo cual baja el piso del nivel de pobreza e indigencia.

Otro dato alentador es que los precios mayoristas también crecieron levemente y el acumulado anual es menor que el de 2005, por lo que no debería esperarse un derrame hacia el segmento minorista en el corriente mes.

El análisis de la información se complejiza cuando se piensa en el largo plazo. En los meses pasados los precios no fueron comprimidos por la competencia o la reducción de costos, sino por las presiones oficiales sobre las empresas.

La estrategia está teniendo éxito en lo que se refiere a la marcha de los indicadores, pero genera incógnitas sobre sus consecuencias futuras, porque la contención de las remarcaciones podría estar acumulando inflación reprimida que puede manifestarse a medida que los acuerdos vayan venciendo o su cumplimiento se haga insostenible por parte de algún sector.

Por otra parte, en algunos casos la baja de precios puede dar lugar a restricciones en la inversión o en los stocks, lo que tendría consecuencias inflacionarias de largo plazo. Esto es lo que se espera, precisamente, en el sector ganadero.

La inflación ha sido menor que la prevista. Su reducción no se debe a las fuerzas de mercado sino a presiones oficiales, que pueden estar generando inflación reprimida y afectar la inversión.