Fusiles, helicópteros y tabacos

El Universal

Con frecuencia, escuchamos al Presidente cuestionar que el Banco Central tenga constituidas las reservas en monedas de los países desarrollados, principalmente dólares, y que los deposite en bancos de los centros financieros del mundo capitalista (Nueva York, Londres, París, Frankfurt o Tokio); eso le parece absurdo «cosa de niños», ha llegado a decir.

Cierto que la mayor manifestación del predominio imperial de USA es la que resulta del valor que se le reconoce a su moneda, como medida de todos los demás valores; pero eso es algo que no se va a desmontar con declaraciones altisonantes, ni gestos desesperados, ni con propuestas voluntaristas convocando la hetero doxia.

Los países deben disponer de monedas de valor internacionalmente reconocido; y la verdad es que ayer y hoy y hoy en Venezuela más que nunca las autoridades en los países del sur patean sus monedas, con su pésimo manejo fiscal y con sus manipulaciones cambiarias; esa es la razón por la cual si uno se presenta a cualquier lugar del mundo armado con moneda cubana, o de Argentina, o venezolana por tan solo nombrar tres del famoso eje que tanto anima al Presidente, no podría hacer ningún pago, pues nadie las recibiría.

¿Habría estado dispuesto el hermano Putin quien no tiene que comprarnos petróleo, pues lo produce y exporta (gracias al hermano Chávez) incluso en cantidades mucho mayores que nosotros a aceptarnos nuestros soberanos y patrióticos bolívares en pago de los fusiles Kalishnikov y los helicópteros que le estamos comprando?; yo apuesto a que no.

Argentina tampoco nos compra petróleo, pues es, por lo menos, autosuficiente en la producción de ese recurso; así que el apoyo que le estamos brindando al pana Kirschner un auténtico despropósito, se concreta en la compra de bonos argentinos denominados en dólares y que la solidaria Venezuela paga con nuestros propios dolarcitos.

Pero el campeón es Fidel, en un reciente viaje, intenté pagar los cargos por hospedaje que me hizo el Hotel Nacional de La Habana utilizando una tarjeta de crédito venezolana cuyo banco emisor pagaría bolívares; «Denegado» contestó la maquinita del «punto de venta», lo mío son dólares de USA, de los que emite la Reserva Federal, la agencia monetaria de Mr. Bush (Mr. Danger); y ello ni siquiera porque Cuba le compra petróleo a Venezuela (que pudiera pagar con bolívares).

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