Un nuevo antisemitismo
Para LA NACION
LONDRES – Corren tiempos violentos. Algunos creen que vivimos un nuevo tipo de conflicto: las «guerras culturales». Por ejemplo, entre musulmanes sunnitas y chiitas, o entre islamistas y occidentales. Sin embargo, es muy posible que las razones de algunos de estos conflictos sean más tradicionales.
La pertenencia a determinado grupo cultural sólo es un pretexto para las batallas entre los ganadores y los perdedores de la globalización. Líderes implacables movilizan a seguidores desorientados y, en el caso particular de los perdedores, hasta pueden inducirlos a emprender acciones suicidas contra el supuesto enemigo.
Quizá no debería sorprendernos que en tales tiempos resurja el más antiguo de nuestros resentimientos perversos y letales: el antisemitismo. Retorna en su forma clásica: ataques individuales, como el reciente asesinato de un joven judío en Francia, o contra sinagogas, cementerios y otros lugares simbólicos. Pero también hay un sentimiento más generalizado de hostilidad hacia todo lo judío.
Cabría suponer que el Holocausto acabó definitivamente con el antisemitismo, pero no fue así. Hay quienes niegan el Holocausto o que haya sucedido en la forma, perfectamente documentada, en que ocurrió.
Sus negadores van desde historiadores de menor cuantía, como David Irving, hasta políticos aparentemente populares, como Mahmoud Ahmadinejad, presidente electo de Irán. Las pruebas de lo que hizo la Alemania nazi son tan fehacientes que tal vez ni siquiera haría falta encarcelarlos y, de ese modo, atraer hacia ellos más atención de la que merecen.
La fuente más inquietante del antisemitismo es otra. Es justo, pues, hablar de un «nuevo antisemitismo». Tiene que ver con Israel, la única nación exitosa de Medio Oriente que, además, está muy militarizada, es una potencia ocupante y una defensora implacable de sus intereses.
Resulta difícil exagerar el extraño sentimiento de los occidentales hacia Palestina. Podríamos llamarlo «romanticismo». Lo expresaron intelectuales como Edward Said, ya fallecido, pero tiene muchos adeptos en Estados Unidos y Europa. Glorifican a los palestinos como las víctimas de la dominación israelí. Señalan el trato que reciben los palestinos israelíes: ciudadanos de segunda clase, en el mejor de los casos. Citan los numerosos incidentes opresivos en los territorios ocupados. Implícita o explícitamente, se ponen de parte de las víctimas, les envían dinero, hasta declaran lícitos los atentados suicidas y se alejan cada vez más del apoyo a Israel y de su defensa.
Es cierto que, en teoría, podemos oponernos a las políticas de Israel sin ser por eso antisemitas. Después de todo, hay bastantes israelíes que las critican. No obstante, cada vez cuesta más mantener la distinción. Los judíos de la diáspora se sienten obligados a defender (con razón o sin ella) al país que, pese a todo, es su última esperanza de seguridad. Por eso, sus amigos vacilan en hablar claro: temen ser tildados no sólo de hostiles a Israel, sino también de antisemitas. La actitud defensiva de los judíos y el silencio incómodo de sus amigos indican que el escenario del debate público está abierto para los verdaderos antisemitas, aunque éstos se limiten a hablar mal de Israel.
El antisemitismo es repugnante, sea cual fuese la forma que adopte. La educación y el debate no bastan para luchar eficazmente contra el nuevo antisemitismo. El está ligado a Israel. Quienes pertenecemos a una generación que consideró a Israel uno de los grandes logros del siglo XX y lo admiró por el modo en que dio un orgulloso hogar a los perseguidos y oprimidos, nos inquietamos particularmente ante la posibilidad de que hoy peligre.
El autor integra la Cámara de los Lores, en Gran Bretaña.
(Traducción de Zoraida J. Valcárcel)
- 23 de julio, 2015
- 6 de septiembre, 2024
- 21 de abril, 2021
- 2 de septiembre, 2024
Artículo de blog relacionados
Instituto Juan de Mariana La amplitud de la base demográfica de las sociedades...
5 de mayo, 2011Por Danilo Arbilla ABC Color Qué lección la de Paraguay. Qué desautorización para...
29 de abril, 2013El Heraldo, Tegucigalpa Internet, la informática, está potenciando la transmisión de información que...
4 de diciembre, 2010- 21 de febrero, 2024