La fusión de AOL y Time Warner ha generado torrentes de animados comentarios, con los adictos del mercado de valores paralizados por el interrogante de cuál será la siguiente nueva unión entre los gigantes del Internet y de los medios de comunicación. Al mismo tiempo, los medios noticiosos están divulgando que el Departamento de Justicia y los estados han concluido que Microsoft precisa ser partida en varios “Baby Bills” (en alusión a su fundador, Bill Gates). Qué extraña yuxtaposición de acontecimientos. Seguramente, incluso el juez Jackson, si encontrase la ocasión para reflexionar sobre sus Conclusiones de los Hechos, debe tener la sensación de que tratan acontecimientos que ocurrieron mucho tiempo atrás en una lejana galaxia, muy lejana.

Sin intentar responder a la pregunta general respecto de si la política anti monopólica se encuentra simplemente desactualizada en el vertiginoso ritmo del mundo del Internet, luce fácilmente evidente que la acción anti monopólica contra Microsoft es anticuada. Esto es así pese a que el juez llevó adelante el procedimiento con una velocidad que puede ser considerada solamente como a toda máquina para una acción anti monopólica de esta magnitud. El juez Jackson ha tomado la asombrosa medida de limitar a 12 el número de testigos de ambas partes y de saltearse todo el testimonio oral a excepción de los interrogatorios cruzados. Manteniendo su pie sobre el acelerador, suministró poco tiempo para ambas partes a fin de presentar su evidencia escrita y produjo sus Conclusiones de los Hechos rápidamente.

Sin embargo, el mercado se ha transformado completamente desde que el juicio comenzó. El mismo se centró en la computadora de escritorio, a la cual el mercado está tratando en la actualidad con una indiferencia algo original. En cambio, existe una loca carrera para fijar posiciones en la mixtura del entretenimiento, de las noticias, del comercio, y de la información en el Internet.

Queda claro ahora que los principales combatientes en estos mercados serán los grandes y bien financiados. Además de AOL Time Warner, cuyos ingresos sobrepasan a aquellos de Microsoft, los jugadores incluyen a AT&T, Disney, News Corp, Sony, y a otras compañías cuyas ganancias sobrepasan a las de Microsoft o se encuentran en un nivel similar.

El éxito en las batallas del mercado del Internet está pensado para exigir la provisión del acceso de banda ancha a Internet y de contenido patentado. La propiedad de los sistemas de cable, los cuales proporcionan el acceso de banda ancha, es considerablemente más importante que la propiedad del escritorio inicial de Windows, por la sencilla razón de que cualquier consumidor puede instalar cualquier programa en su escritorio en cualquier momento, pero los mismos no tiene capacidad alguna para alterar las ofertas de sus operadores de cable. Sin embargo, el juez Jackson concluyó que el control de la configuración inicial del escritorio era la llave al inmenso poder del mercado.

Microsoft también se encuentra centrada en la batalla por venir, habiendo hecho de Internet su prioridad número a mediados de los años 90. Una de sus primeras actividades en esa dirección fue la creación de su navegador. En aquel entonces Netscape era el campeón reinante de Internet debido a su muy popular navegador, el Netscape Navigator, una posición que Microsoft deseaba. El exitoso quiebre por parte de Microsoft del dominio de Netscape sobre el mercado de los navegadores constituyó la base de la causa actual.

Las otras estratagemas en materia del Internet por parte de Microsoft han probado a la fecha ser menos exitosas—la Microsoft Network, el absorber a los proveedores de contenidos, el intentar poner una versión muy pequeña de Windows en conversores digitales y en las aplicaciones de Internet, el invertir en sistemas de cable, y así sucesivamente. Pero las mismas denotan la intención de Microsoft.

No obstante ello, el juez Jackson no dio ningún crédito a la posibilidad de que Microsoft estuviese concentrada en el mercado del Internet. En cambio, concluyó que el navegador de Netscape era un sistema operativo potencial y que la creación por parte de Microsoft de su navegador fue pensada para frustrar esta amenaza a Windows. Concluyó que no existían alternativas viables a Windows, que Linux era irrelevante y que también lo eran las aplicaciones de Internet.

Los acontecimientos que han ocurrido fuera de su tribunal invalidan su conclusión y tornan casi irrelevantes las cuestiones centrales del caso. El rápido ascenso en las acciones de la compañía Red Hat, la atención que está siendo generada por las aplicaciones de Internet y las valuaciones increíbles que está recibiendo cualquier compañía con un “punto com” en su nombre, demuestran que las conclusiones del juez son incorrectas.

Pero las demostrables circunstancias parecen poco inclinadas a influir sobre los resultados de este juicio. Cuando AOL adquirió a Netscape, lo que de un solo plumazo podría haberle dado nuevamente a Netscape una abrumadora participación en el mercado, el juez lo halló irrelevante.

En su lugar, concordó con las demandas incoadas primero por las compañías que trataban de manipular la legislación anti monopólica para sus propios fines. Una de esas compañías era Netscape, la cual ahora es parte de AOL Time Warner. AOL tiene un historial de una exitosa manipulación del gobierno en su propio provecho, incluyendo la instigación de una investigación del Departamento de Justicia sobre Microsoft Network, pese a que AOL mantenía una participación dominante del mercado. Así como la historia ha demostrado que Microsoft no tenía el poder de forzar a los consumidores a suscribirse a Microsoft Network, la misma ha demostrado también que el navegador de Netscape no era un sistema operativo alternativo.

Ahora nos dicen que el remedio que el gobierno procura es contraer a Microsoft, en un momento en el que los otros participantes en el mercado se están super dimensionando. Una separación es a menudo un soplo que paraliza, sembrando caos y confusión dentro de las nuevas compañías componentes por un período de tiempo significativo. Aunque sea técnicamente cierto que el número de empresas sería incrementado a través de una separación de Microsoft, el número de competidores viables en este mercado sería reducido. Algunas o todas las Baby Bills podrían sentir entonces la necesidad de fusionarse con alguno de los antedichos gigantes en un intento por seguir siendo competitivas. ¡Tal vez nos ofrezcan la visión de AOL Time Warner viniendo a poseer a Windows! ¿Dónde está la ganancia para los consumidores?

Pero la preocupación por los consumidores no ha sido el centro en esta causa. El juez virtualmente ignoró el bienestar del consumidor en su pronunciamiento, y el mismo no jugó prácticamente ningún papel en la causa del gobierno. Aún si uno cree que la acusación gubernamental contra Microsoft constriñó a otras empresas, la evidencia es clara de que los bajos precios de Microsoft, y existe una evidencia amplia de que ellos han bajado los precios, ha sido buena para los consumidores.

Los consumidores estarán mejor atendidos, en la venidera batalla por el Internet, si los mismos tienen más alternativas, no menos. Si el gobierno dispone una cierta clase de separación en este momento crucial, los consumidores posiblemente serán privados de una opción importante. La legislación anti monopólica habrá sido utilizada, como lo ha sido antes, para promover los intereses de los pocos a expensas de los muchos.

Traducido por Gabriel Gasave