Los reguladores federales están revisando actualmente la propuesta de dos importantes fusiones de empresas de telecomunicaciones. Verizon busca unirse con MCI, y SBC desea obtener la aprobación para adquirir AT&T. Los críticos afirman que estas fusiones reducirán la competencia y promoverán el monopolio. En realidad, estas uniones de empresas son parte de un saludable proceso competitivo y fomentarán la innovación y le brindarán beneficios a los consumidores.
Los críticos se quejan de que estas uniones concentrarán demasiada participación en el mercado de la comunicaciones de líneas telefónicas fijas entre demasiado pocas empresas. Un grupo industrial ha llegado incluso a sostener que las fusiones, “recrearán el monopolio que existía antes de que el gobierno le exigiera a AT&T dividirse.” Pero cualquier reclamo de concentración de mercado o de monopolio depende crucialmente de cómo usted define al pertinente mercado. ¿Es el mercado pertinente de las telecomunicaciones en la actualidad el mismo que existía 20 años atrás cuando AT&T se dividió?
Hace dos décadas existían esencialmente dos tecnología para la comunicación de doble sentido: las llamadas de teléfono de línea fija y lo que hoy día denominamos el “correo tradicional.” Algunos pueden sostener que cuando AT&T tenía todo el negocio de la telefonía de línea fija, detentaba un monopolio en materia de la tecnología de la comunicación instantánea de doble sentido. En el presente, la situación es muy diferente. Veinte años de innovación han creado nuevas tecnología que en la actualidad compiten con el servicio de línea fija.
Los teléfonos celulares son la alternativa más obvia a la comunicación de línea fija. En los Estados Unidos existen en la actualidad más usuarios de telefonía inalámbrica que conexiones telefónicas fijas. Las llamadas a través de un celular representan cerca de un tercio de todas las llamadas locales y tres quintas partes de las de larga distancia. Otras formas de comunicación instantánea de voz se encuentran también disponibles. Todas las principales compañías de cable ofrecen ahora un Protocolo de Voz Sobre Internet (VOIP como se lo conoce en inglés.) La explosión de Internet ha llevado la mensajería instantánea a millones de usuarios. Muchos mensajeros instantáneos, incluido el de AOL, ofrecen de forma gratuita la comunicación por voz. Incluso el correo electrónico se ha convertido en una alternativa al servicio telefónico de línea fija.
El mercado de las comunicaciones hoy día no se parece en nada al de veinte años atrás. Cualquier definición del mercado pertinente debe incluir a estas otras formas de tecnología de la comunicación. Verizon, MCI, SBC, y AT&T no enfrentan tan solo la competencia de otras compañías telefónicas tradicionales. Hacen frente a la competencia de compañías como Comcast, Cox Cable, Microsoft, IBM, Intel, y America Online.
La industria de las comunicaciones innova debido a que es altamente competitiva. Los consumidores se benefician porque las firmas son libres de introducir nuevos productos y de ofrecer nuevos servicios. Cuando algunas empresas tienen competencias en áreas donde otras no las tienen, a veces encuentran que resulta ventajoso unirse para crear sinergias que conducen a más integración e innovación. Estas combinaciones son parte de la dinámica del proceso competitivo.
La fusión de Verizon y MCI está motivada por la presión competitiva. Sprint, Motorola, e Intel se encuentran trabajando juntas para ofrecer comunicaciones inalámbricas de alta velocidad y otras empresas también están innovando. Verizon es proveedora del servicio de telefonía regional y un competidor importante en el área de las telecomunicaciones inalámbricas. MCI es una transportadora de larga distancia y una destacada prestadora de la estructura central de Internet. Nadie puede predecir qué innovaciones creará una Verizon-MCI fusionadas, pero la creciente integración de las comunicaciones ha tornado obvias a las potenciales sinergias entre estas compañías.
Los principales opositores de las fusiones de las compañías de telecomunicaciones, por su puesto, son sus competidores. La firma Qwest Communications, la cual fracasó en un intento anterior de adquirir a MCI, ha peticionado por ante la Comisión Federal de Comunicaciones en contra de las uniones. Además, un grupo de empresas de comunicaciones más pequeñas—las que irónicamente se autodenominan la Alianza por la Competencia en las Telecomunicaciones—también se opone a las uniones. Ambos grupos afirman que desean que el gobierno bloquee las fusiones corporativas a fin de preservar la “competencia”—pero en verdad los que están pidiéndole al gobierno es que limite la capacidad de Verizon-MCI y de SBC-AT&T de competir al despojarlas de la capacidad de unirse. Proteger a estos competidores ineficientes no es lo mismo que proteger la competencia.
La competencia no es un estado de cosas estático en el cual el grado de participación en el mercado determina si una industria es o no “competitiva.” La competencia es un proceso dinámico en el cual las firmas descubren nuevas maneras de innovar y de competir para atraer clientes. Las uniones de empresas a efectos de ganar nuevas competencias son una parte vital del proceso competitivo. Los consumidores se beneficiarán si preservamos al proceso productivo al permitir que estas dos fusiones de empresas de telecomunicaciones se efectivicen.
Traducido por Gabriel Gasave
Las fusiones de las empresas de telecomunicaciones son parte del proceso competitivo
Los reguladores federales están revisando actualmente la propuesta de dos importantes fusiones de empresas de telecomunicaciones. Verizon busca unirse con MCI, y SBC desea obtener la aprobación para adquirir AT&T. Los críticos afirman que estas fusiones reducirán la competencia y promoverán el monopolio. En realidad, estas uniones de empresas son parte de un saludable proceso competitivo y fomentarán la innovación y le brindarán beneficios a los consumidores.
Los críticos se quejan de que estas uniones concentrarán demasiada participación en el mercado de la comunicaciones de líneas telefónicas fijas entre demasiado pocas empresas. Un grupo industrial ha llegado incluso a sostener que las fusiones, “recrearán el monopolio que existía antes de que el gobierno le exigiera a AT&T dividirse.” Pero cualquier reclamo de concentración de mercado o de monopolio depende crucialmente de cómo usted define al pertinente mercado. ¿Es el mercado pertinente de las telecomunicaciones en la actualidad el mismo que existía 20 años atrás cuando AT&T se dividió?
Hace dos décadas existían esencialmente dos tecnología para la comunicación de doble sentido: las llamadas de teléfono de línea fija y lo que hoy día denominamos el “correo tradicional.” Algunos pueden sostener que cuando AT&T tenía todo el negocio de la telefonía de línea fija, detentaba un monopolio en materia de la tecnología de la comunicación instantánea de doble sentido. En el presente, la situación es muy diferente. Veinte años de innovación han creado nuevas tecnología que en la actualidad compiten con el servicio de línea fija.
Los teléfonos celulares son la alternativa más obvia a la comunicación de línea fija. En los Estados Unidos existen en la actualidad más usuarios de telefonía inalámbrica que conexiones telefónicas fijas. Las llamadas a través de un celular representan cerca de un tercio de todas las llamadas locales y tres quintas partes de las de larga distancia. Otras formas de comunicación instantánea de voz se encuentran también disponibles. Todas las principales compañías de cable ofrecen ahora un Protocolo de Voz Sobre Internet (VOIP como se lo conoce en inglés.) La explosión de Internet ha llevado la mensajería instantánea a millones de usuarios. Muchos mensajeros instantáneos, incluido el de AOL, ofrecen de forma gratuita la comunicación por voz. Incluso el correo electrónico se ha convertido en una alternativa al servicio telefónico de línea fija.
El mercado de las comunicaciones hoy día no se parece en nada al de veinte años atrás. Cualquier definición del mercado pertinente debe incluir a estas otras formas de tecnología de la comunicación. Verizon, MCI, SBC, y AT&T no enfrentan tan solo la competencia de otras compañías telefónicas tradicionales. Hacen frente a la competencia de compañías como Comcast, Cox Cable, Microsoft, IBM, Intel, y America Online.
La industria de las comunicaciones innova debido a que es altamente competitiva. Los consumidores se benefician porque las firmas son libres de introducir nuevos productos y de ofrecer nuevos servicios. Cuando algunas empresas tienen competencias en áreas donde otras no las tienen, a veces encuentran que resulta ventajoso unirse para crear sinergias que conducen a más integración e innovación. Estas combinaciones son parte de la dinámica del proceso competitivo.
La fusión de Verizon y MCI está motivada por la presión competitiva. Sprint, Motorola, e Intel se encuentran trabajando juntas para ofrecer comunicaciones inalámbricas de alta velocidad y otras empresas también están innovando. Verizon es proveedora del servicio de telefonía regional y un competidor importante en el área de las telecomunicaciones inalámbricas. MCI es una transportadora de larga distancia y una destacada prestadora de la estructura central de Internet. Nadie puede predecir qué innovaciones creará una Verizon-MCI fusionadas, pero la creciente integración de las comunicaciones ha tornado obvias a las potenciales sinergias entre estas compañías.
Los principales opositores de las fusiones de las compañías de telecomunicaciones, por su puesto, son sus competidores. La firma Qwest Communications, la cual fracasó en un intento anterior de adquirir a MCI, ha peticionado por ante la Comisión Federal de Comunicaciones en contra de las uniones. Además, un grupo de empresas de comunicaciones más pequeñas—las que irónicamente se autodenominan la Alianza por la Competencia en las Telecomunicaciones—también se opone a las uniones. Ambos grupos afirman que desean que el gobierno bloquee las fusiones corporativas a fin de preservar la “competencia”—pero en verdad los que están pidiéndole al gobierno es que limite la capacidad de Verizon-MCI y de SBC-AT&T de competir al despojarlas de la capacidad de unirse. Proteger a estos competidores ineficientes no es lo mismo que proteger la competencia.
La competencia no es un estado de cosas estático en el cual el grado de participación en el mercado determina si una industria es o no “competitiva.” La competencia es un proceso dinámico en el cual las firmas descubren nuevas maneras de innovar y de competir para atraer clientes. Las uniones de empresas a efectos de ganar nuevas competencias son una parte vital del proceso competitivo. Los consumidores se beneficiarán si preservamos al proceso productivo al permitir que estas dos fusiones de empresas de telecomunicaciones se efectivicen.
Traducido por Gabriel Gasave
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