¿Por qué el Departamento de Justicia está demandando a Microsoft? En principio, la causa del gobierno, la cual fue presentada ante los tribunales en el día de ayer, se encuentra erigida sobre la base de declaraciones de que Microsoft ha abusado de su condición cuasi monopólica para sacar por la fuerza a sus competidores en el mercado del software. Pero subyacente a ese cargo, se encuentra la creencia de que el éxito de Microsoft no reposa en haber concebido productos superiores. El gobierno cree, en cambio, que Microsoft ha simplemente apalancado su control sobre los sistemas operativos para dominar el mercado del software, incluso allí donde sus productos son claramente inferiores a las otras alternativas.
Tal pensamiento parece haber sido influenciado por la noción de que en los mercados en los cuales la compatibilidad es importante, productos inferiores pueden convertirse en el estándar de la industria. Los impulsores de esta idea señalan a menudo al teclado QWERTY o a la videograbadora VHS (sigla en inglés para Video Home System) como evidencia. Y dado que la compatibilidad es un elemento especialmente importante para la industria de las computadoras, luce lógico suponer que los productos de software se encontrarían especialmente propensos a esta trampa. Pero tras una década de investigación que demostró que las historias del QWERTY y del VHS eran falsas, mi colaborador, Stephen Margolis, y yo encontramos que la historia de Microsoft resulta ser igualmente infundada.
Nuestra investigación sobre el mercado del software compara la calidad del software en función de revisiones realizadas por revistas especializadas con los cambios en la participación en el mercado. En particular, observamos los dos mercados más grandes de software, el de las planillas de cálculo y el de los procesadores de texto, en razón de que los mismos constituyen la base de las “necesidades de la oficina,” las que representan casi la mitad de los ingresos de Microsoft.
Es importante precisar que Microsoft tenía una participación dominante en los mercados de Macintosh bien antes de su éxito en el más amplio mercado de las computadoras personales o PC. Por ejemplo, en 1989, el programa Microsoft Excel poseía una participación del 90 por ciento del mercado de las planillas de cálculo de Macintosh, pero solamente una participación del 10 por ciento del mercado de las PC. Ese mismo año, el programa Microsoft Word tenía una participación del 51 por ciento del mercado de los procesadores de texto de Macintosh, pero solamente el 15 por ciento del mercado de las PC. Esto es significativo porque el sistema operativo de Macintosh no es un producto de Microsoft, así que el éxito de Microsoft no habría podido entonces, como lo alega el gobierno, reposar en el apalancamiento de su propio sistema operativo.
En cambio, Microsoft alcanzó su éxito a la vieja usanza—con productos mejores. Las revisiones sobre comparación de las distintas planillas de cálculo de Macintosh durante 1986-96 calificaron al programa Excel como la mejor (o empatado con la mejor) planilla de cálculo en el 83 por ciento de los casos. En el mercado de las PC, Excel ganó (o co-ganó) 28 de las 38 comparaciones mientras que la entonces líder planilla de cálculo, Lotus 1-2-3, obtuvo un único triunfo a posteriori de la introducción de Excel. Resultados similares fueron obtenidos para el programa Microsoft Word. Su versión para Macintosh recibió una calificación superior en el 60 por ciento de las veces; su calificación promedio en las revisiones de la revista MacUser desde 1987 fue de 4.21, contra una de 3.7 para el WordPerfect y de 4.0 para MacWrite. En el mercado de las PC, Word ha ganado 16 de las 30 pruebas de comparación desde 1992, en contraste con su mayor competidor, WordPerfect, el cual ha ganado solamente dos.
Allí donde los productos de Microsoft han sido encontrados como inferiores, han fracasado también en el mercado. El programa Microsoft Money, el cual ha ganado tan sólo un 6 por ciento de las revisiones de comparación de software para las finanzas personales, ha hecho poco progreso contra el programa Quicken de la firma Intuit, a pesar de la tan publicitada dominación del sistema operativo de Microsoft.
¿Por lo tanto, qué incide en el éxito de Microsoft? A medida que examinamos los antecedentes históricos, se hizo claro que la experiencia de Microsoft en la creación de productos gráficos exitosos (que utilizan menús, ratones y ventanas) para las computadoras Macintosh le ayudó a crear productos exitosos para Windows, a diferencia tanto del WordPerfect y del Lotus 1-2-3, cuyos productos en los mercados de Macintosh fueron fracasos.
Microsoft ha sido capaz de ofrecerles también a los consumidores no solamente precios más bajos sino realmente precios en descenso. Por ejemplo, los precios en el mercado de los procesadores de texto, los cuales se elevaron cerca de un 35 por ciento bajo la dominación del WordPerfect, han declinado en alrededor de un 75 por ciento desde que Microsoft Word obtuvo la supremacía. Esta caída dramática es de lejos más grande que en la mayoría de los otros mercados del software y es inconsistente con una visión de que Microsoft se comporta como un monopolio una vez que logra una participación importante del mercado.
En síntesis, el éxito de Microsoft se debe a factores—precios más bajos y calidad superior—que nada tienen que ver con violaciones a las normas anti monopólicas. La amenaza aquí para los consumidores proviene del gobierno, no de Microsoft.
Traducido por Gabriel Gasave
¿El secreto de Bill Gates? Mejores productos
¿Por qué el Departamento de Justicia está demandando a Microsoft? En principio, la causa del gobierno, la cual fue presentada ante los tribunales en el día de ayer, se encuentra erigida sobre la base de declaraciones de que Microsoft ha abusado de su condición cuasi monopólica para sacar por la fuerza a sus competidores en el mercado del software. Pero subyacente a ese cargo, se encuentra la creencia de que el éxito de Microsoft no reposa en haber concebido productos superiores. El gobierno cree, en cambio, que Microsoft ha simplemente apalancado su control sobre los sistemas operativos para dominar el mercado del software, incluso allí donde sus productos son claramente inferiores a las otras alternativas.
Tal pensamiento parece haber sido influenciado por la noción de que en los mercados en los cuales la compatibilidad es importante, productos inferiores pueden convertirse en el estándar de la industria. Los impulsores de esta idea señalan a menudo al teclado QWERTY o a la videograbadora VHS (sigla en inglés para Video Home System) como evidencia. Y dado que la compatibilidad es un elemento especialmente importante para la industria de las computadoras, luce lógico suponer que los productos de software se encontrarían especialmente propensos a esta trampa. Pero tras una década de investigación que demostró que las historias del QWERTY y del VHS eran falsas, mi colaborador, Stephen Margolis, y yo encontramos que la historia de Microsoft resulta ser igualmente infundada.
Nuestra investigación sobre el mercado del software compara la calidad del software en función de revisiones realizadas por revistas especializadas con los cambios en la participación en el mercado. En particular, observamos los dos mercados más grandes de software, el de las planillas de cálculo y el de los procesadores de texto, en razón de que los mismos constituyen la base de las “necesidades de la oficina,” las que representan casi la mitad de los ingresos de Microsoft.
Es importante precisar que Microsoft tenía una participación dominante en los mercados de Macintosh bien antes de su éxito en el más amplio mercado de las computadoras personales o PC. Por ejemplo, en 1989, el programa Microsoft Excel poseía una participación del 90 por ciento del mercado de las planillas de cálculo de Macintosh, pero solamente una participación del 10 por ciento del mercado de las PC. Ese mismo año, el programa Microsoft Word tenía una participación del 51 por ciento del mercado de los procesadores de texto de Macintosh, pero solamente el 15 por ciento del mercado de las PC. Esto es significativo porque el sistema operativo de Macintosh no es un producto de Microsoft, así que el éxito de Microsoft no habría podido entonces, como lo alega el gobierno, reposar en el apalancamiento de su propio sistema operativo.
En cambio, Microsoft alcanzó su éxito a la vieja usanza—con productos mejores. Las revisiones sobre comparación de las distintas planillas de cálculo de Macintosh durante 1986-96 calificaron al programa Excel como la mejor (o empatado con la mejor) planilla de cálculo en el 83 por ciento de los casos. En el mercado de las PC, Excel ganó (o co-ganó) 28 de las 38 comparaciones mientras que la entonces líder planilla de cálculo, Lotus 1-2-3, obtuvo un único triunfo a posteriori de la introducción de Excel. Resultados similares fueron obtenidos para el programa Microsoft Word. Su versión para Macintosh recibió una calificación superior en el 60 por ciento de las veces; su calificación promedio en las revisiones de la revista MacUser desde 1987 fue de 4.21, contra una de 3.7 para el WordPerfect y de 4.0 para MacWrite. En el mercado de las PC, Word ha ganado 16 de las 30 pruebas de comparación desde 1992, en contraste con su mayor competidor, WordPerfect, el cual ha ganado solamente dos.
Allí donde los productos de Microsoft han sido encontrados como inferiores, han fracasado también en el mercado. El programa Microsoft Money, el cual ha ganado tan sólo un 6 por ciento de las revisiones de comparación de software para las finanzas personales, ha hecho poco progreso contra el programa Quicken de la firma Intuit, a pesar de la tan publicitada dominación del sistema operativo de Microsoft.
¿Por lo tanto, qué incide en el éxito de Microsoft? A medida que examinamos los antecedentes históricos, se hizo claro que la experiencia de Microsoft en la creación de productos gráficos exitosos (que utilizan menús, ratones y ventanas) para las computadoras Macintosh le ayudó a crear productos exitosos para Windows, a diferencia tanto del WordPerfect y del Lotus 1-2-3, cuyos productos en los mercados de Macintosh fueron fracasos.
Microsoft ha sido capaz de ofrecerles también a los consumidores no solamente precios más bajos sino realmente precios en descenso. Por ejemplo, los precios en el mercado de los procesadores de texto, los cuales se elevaron cerca de un 35 por ciento bajo la dominación del WordPerfect, han declinado en alrededor de un 75 por ciento desde que Microsoft Word obtuvo la supremacía. Esta caída dramática es de lejos más grande que en la mayoría de los otros mercados del software y es inconsistente con una visión de que Microsoft se comporta como un monopolio una vez que logra una participación importante del mercado.
En síntesis, el éxito de Microsoft se debe a factores—precios más bajos y calidad superior—que nada tienen que ver con violaciones a las normas anti monopólicas. La amenaza aquí para los consumidores proviene del gobierno, no de Microsoft.
Traducido por Gabriel Gasave
Defensa de la competencia y monopoliosEconomíaEmpresa e iniciativa empresarialReglamentación
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