Japón y Venezuela: 70 años de amistad

Por José Luis Cordeiro
El Universal

Entre la “Piccola Venezia” y el Imperio del “Sol Naciente” hay muchas cosas positivas por hacer
En 1938 se establecieron oficialmente las relaciones diplomáticas entre Japón y Venezuela. Desde entonces, las relaciones bilaterales entre nuestros países han ido creciendo paulatinamente.

Según datos de la Embajada de Japón en Caracas, en Venezuela hay 582 ciudadanos de nacionalidad japonesa y 613 descendientes de japoneses. Según cifras de la Embajada de Venezuela en Tokio, en Japón hay aproximadamente 380 venezolanos residentes, de los cuales alrededor de 20% son descendientes de japoneses que han regresado a su país de origen ancestral (en el Registro Electoral Permanente de Venezuela en Japón se reflejan 128 electores debidamente inscritos).

La fascinación de Venezuela por Japón y de Japón por Venezuela ha sido mutua y próspera, ayudando al desarrollo de ambos países. Durante la pasada celebración de la Semana Cultural de Venezuela en Japón, el Ensamble Gurrufío ofreció varios conciertos en Japón. En Venezuela, durante la apertura de la Semana Cultural de Japón en febrero, el Dr. José Antonio Abreu recibió quizás el más preciado galardón de Japón, la Condecoración del Gran Cordón de la Orden del Sol Naciente del Emperador, en reconocimiento a su extraordinaria labor de educación musical de la juventud y la promoción de los nexos de amistad entre nuestros dos países.

En Japón hay un creciente interés por la gastronomía y cultura venezolanas: desde las arepas hasta las hallacas, el ron, el cacao, el béisbol, la música, la belleza y el folclor. De hecho, en estos momentos se está creando la Asociación Japonesa del Joropo en Tokio. En Venezuela también aumenta el interés por la cocina japonesa (especialmente por el sashimi, sushi y tempura), la bebida (desde la ceremonia del té hasta el sake), y todo lo relacionado con la cultura japonesa (palabras como origami, bonsai, ikebana, karate, aikido, judo, sumo, anime, manga, karaoke y caligrafía kanji ya no son tan desconocidas).

Las relaciones económicas también han crecido y las operaciones de CVG y Pdvsa son importantes para Japón, al igual que las operaciones de Mitsubishi y Toyota en Venezuela, para citar unos casos conocidos ampliamente. Según cifras de Jetro, el comercio bilateral entre Venezuela y Japón superó por primera vez el millardo de dólares estadounidenses en 2005. Las ventas de Japón a Venezuela se concentran en el sector automotor, seguido de otros productos manufacturados como aparatos eléctricos; mientras que las ventas de Venezuela a Japón corresponden a productos no elaborados y materias primas como aluminio, bitumen, hierro y cacao.

Entre la “Piccola Venezia” y el Imperio del “Sol Naciente” hay muchas cosas positivas por hacer.

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