Chicas, agarren sus armas

16 de November, 2005

El foco sobre la posición acerca del aborto del nominado como integrante de la Corte Suprema, Samuel Alito ha brillado tan resplandecientemente que el tema ha oscurecido a otra cuestión controversial: ¿Dónde está parado respecto de la propiedad de armas?

Es tan solo un ejemplo de cómo los derechos a las armas han sido temporalmente apartados. Temas como el del casamiento entre personas del mismo sexo, el huracán Katrina, el precio de la gasolina y muchas otras cuestiones urgentes están actualmente eclipsando a los derechos a las armas. Cuando el tema vuelva a alcanzar el centro de la escena, algunos se sorprenderán de ver que el mismo luce un rostro algo diferente-una cara más femenina.

Una cosa es cierta: El tema de los derechos a las armas seguirá surgiendo no solamente debido a que el mismo posee defensores y detractores altamente organizados, sino también porque la persona común se ha vuelto más interesada acerca de la seguridad personal en un mundo post el 11 de septiembre. Acontecimientos recientes han aumentado la preocupación de la gente.

Por ejemplo, cuando la infraestructura de Nueva Orleans colapsó inmediatamente después de Katrina, muchos residentes que permanecieron allí quedaron sin protección policial. Los informes noticiosos de bandas de vagos que saqueaban, violaban y asesinaban-ya sea que esos informes fueran o no exactos-hicieron que la gente reflexionase sobre cuán frágil podía ser la protección policial.

Cuando las autoridades en Nueva Orleans confiscaron de manera sistemática las armas de fuego legítimamente poseídas, varios comentaristas protestaron en contra del hecho de dejar a los residentes indefensos. Repitieron a Dave Kop, Director de Investigaciones del Independence Institute, quien declaró en la Reason Magazine: “Hasta el punto que varios hogares o negocios fueron salvados, los salvadores fueron los muchos buenos ciudadanos de Nueva Orleans que defendieron a sus familias, hogares, y negocios con sus propias armas de fuego.”

Ahora esos mismos buenos ciudadanos fueron privados de la autoprotección.

Nueva Orleans puede ser uno de los motivos por lo cuales la Encuesta sobre el Crimen que Gallup realiza anualmente, dada a conocer a mediados de octubre, reveló que la confianza de la gente en su policía local para que los proteja del crimen violento cayó del 61 por ciento el año pasado al 53 por ciento este año, el nivel más bajo en los últimos diez años.

Cualquiera sea la causa, un movimiento a nivel local hacia la autoprotección está creciendo silenciosamente; en síntesis, los individuos están armándose. Según el Departamento de Justicia, unos 60 millones de transacciones de armas de fuego fueron aprobadas entre 1994 y 2004. De acuerdo con la National Rifle Association, un grupo defensor de las armas: “El número de controles NICS (sigla en inglés para National Instant Criminal Background Check System) por compras de armas de fuego o permisos se incrementó un 3,2 por ciento entre 2003-2004.”

La tendencia personal es emulada por una tendencia política.

El número de estados que reconocen el “Derecho de Portación” se ha elevado de 10 en 1987 a 38 actualmente. Hablando en general, el término ”derecho a portar” se refiere al derecho de individuos responsables a portar un arma oculta. La Packing.org proporciona un buen repaso de las diferencias entre los estados.

La mujeres a favor de las armas se han vuelto gradualmente más prominentes tanto en la arena personal como en la pública, a pesar de que la evidencia es considerablemente anecdótica. Las estadísticas sobre esta tendencia son difíciles de ubicar y confusas; se han convertido en una fuente de controversia, en la medida que los partidarios del control de armas argumentan que las declaraciones sobre la propiedad femenina de armas es a menudo inflada.

Las organizaciones dedicadas a la propiedad femenina de armas se extienden desde las organizaciones bien establecidas como la de las Second Amendment Sisters y la de las Women and Guns a las relativamente nuevas como las Mother”s Arms, la cual urge a las madres a proteger a sus hijos con la fuerza armada de ser necesario.

Los relatos en los medios abundan. Por ejemplo, el 14 de noviembre, ABC News informaba: “Cuando se mudó de California a Arizona, Judy Dutko, tenía un breve listado de deberes para hacer al arribar a su nueva casa: obtener una licencia de conducir, unirse a una iglesia y registrarse para tener un arma.”

Varios factores pueden contribuir a la emergente prominencia de las mujeres propietarias de armas.

Un factor es la creciente presencia de mujeres en las fuerzas armadas. Más mujeres se están sintiendo cómodas con la sensación y el uso de armas de fuego. Y, a medida que los medios ponen en la vitrina el rol de las mujeres militares, el público en general se está acostumbrando más a-y, presumiblemente, sintiéndose más confortable con-la visión de las mujeres y las armas.

Otro factor es el reclutamiento activo de las mujeres que ha sido llevado a cabo por las organizaciones a favor de las armas a lo largo de la pasada década. Por ejemplo, la NRA fundó el subgrupo Women On Target. Las WOT expanden el empleo de las mujeres de las armas de fuego de la autodefensa al tradicional bastión masculino de la caza y el tiro recreativo.

Las WOT declaran: “Existen actualmente cerca de dos millones de mujeres estadounidenses que cazan y unos cuatro millones adicionales que disfrutan del tiro al blanco. Estos números están en constante crecimiento.”

Según el vocero de la NRA Kelly Hobbes, las clases para mujeres de la NRA han crecido de 13 cinco años atrás a 200 hoy día.

La propiedad femenina de armas se ha vuelto más de moda también en un sentido literal, tal como lo ilustran empresas como Browning Firearms. Cerca de tres años atrás, la firma de UTA con una antigüedad de 109 años, reconocida por la producción de armas de calidad, reaccionó a la demanda del mercado estableciendo una línea de indumentaria para tiro para mujeres.

Otros factor que ha contribuido: el auge de las mujeres y de las madres solteras. Dichas mujeres pueden sentirse más vulnerables al crimen y, por lo tanto, son más abiertas a las opciones radicales de autodefensa.

La vida cotidiana y las preocupaciones normales lentamente se reafirman en la estela de las controversias, las tragedias y los desastres. Mientras esto sucede, el de la propiedad de armas estará entre los temas que regresen con todo su ímpetu. En verdad, si el furor sobre la reciente prohibición de armas de la ciudad de San Francisco resulta algún indicio, entonces ese proceso está teniendo lugar.

Algunos defensores estarán gratamente sorprendidos de ver que la feminización de la propiedad de armas ha continuado a través del caos; las armas se han vuelto una “causa de las mujeres ” conducida, tal como lo sostienen las Women Against Gun Control, por “damas de alto calibre [sic]” Otros estarán horrorizados.

¿Yo? Estaré de pie, aplaudiendo a las mujeres (y a los hombres) que están luchando a favor de su derecho humano y constitucional a la defensa propia.

Traducido por Gabriel Gasave

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