Creer a Chávez, no a Interpol

Andrés Pastrana ha puesto el dedo en la llaga en sus declaraciones a ABC. Las relaciones de ETA y las FARC que ha denunciado el juez Eloy Velasco no han sido conocidas ahora. Las pruebas contundentes proceden del ordenador incautado tras la muerte del terrorista colombiano Raúl Reyes tras una represalia del Ejército colombiano en Ecuador en marzo de 2008.

 

La probidad de la información fue avalada por la Interpol, que certificó que las autoridades colombianas no habían manipulado nada en el disco duro del computador. Ergo lo que ahora ha denunciado el juez Velasco era algo a lo que las autoridades colombianas y españolas debían haber reaccionado en este tiempo. Evidentemente no ha sido así.

 

Sabíamos que Hugo Chávez había descalificado públicamente el contenido del ordenador de las FARC negando el valor que le dio la Interpol. Cabe ahora pensar que cuando el ministro Moratinos dice que va a ponerse a trabajar con las autoridades venezolanas para averiguar qué ha pasado, es porque él tampoco cree a la Interpol -que ya le ha dicho con mucha claridad lo que estaba pasando- y prefiere dar crédito a la versión de Chávez. Es decir, que el pirómano nos cuente de quién es culpa el incendio.

 

Y más allá del descrédito del juez que implica decir que vas a pedir a Chávez que te explique lo ocurrido, está la catarata de declaraciones del caudillo venezolano, que en su usual lenguaje demagógico habló ayer de «Audiencia Real» para referirse a la Audiencia Nacional y se intentó equiparar con Simón Bolívar diciendo que también él hubiera sido procesado hoy.

 

Pobre pueblo de Venezuela ¡Qué habrá hecho para merecer que un bufón arrastre su nombre por el mundo! Y pobre España. ¿Por qué tenemos una política exterior en la que ni siquiera somos capaces de plantar cara a intentos de magnicidio en nuestro territorio?