Se diversifican extorsiones transfronterizas

La Opinión, Los Angeles

Quedaron de verse en el McDonald’s de Plaza Viva Tijuana. Ese que está apenas cruzando la frontera hacia México por San Ysidro. Ahí debía entregar los 5,000 dólares de rescate por la liberación de su hijo que estaba secuestrado desde la Navidad. "Si no, lo vamos a matar", era la advertencia.

La Policía Estatal Preventiva (PEP) de Baja California, en su relación con las autoridades estadounidenses a través de una unidad de enlace, estaba enterada del caso y montó un operativo para dar con el paradero de Brian Montello, un joven de 22 años de edad que se reportaba como desaparecido.

Policías distribuidos en las inmediaciones de ese McDonald’s detectaron la presencia sospechosa de un hombre anglosajón. Era William Calvert Garret, de 58 años, quien intentó huir al ver la presencia de agentes.

La persecución fue breve y Mr. Calvert fue capturado. Lo confesó de inmediato: que se había hecho pasar por el papá de Brian para internarlo en un centro de rehabilitación para drogadictos y así extorsionar al verdadero padre, Anthony Montello, quien no dudó en informar a las autoridades estadounidenses para que le ayudaran a localizar a su hijo cuando empezó a recibir las llamadas telefónicas.

"El muchacho estaba en el CRREAD (Centro de Recuperación y Rehabilitación para Enfermos de Alcoholismo y Drogadicción), el que está en la carretera Tijuana-Tecate, en el camino al rancho San Miguel, kilómetro 7, en La Presa", precisó el comandante de la Unidad de Enlace Internacional de la PEP, Alfredo Arenas.

"Este tipo de extorsión es poco común", reconoció el comandante Arenas. "Parece que sí se está diversificando la forma de extorsionar".

Las extorsiones transfronterizas han sido muy comunes para los familiares de migrantes.