Enemigo de la libertad
Seguir los pasos de Chávez es un caminar cierto hacia la pobreza y el atropello a la libertad.
Luego de la caída de los regímenes comunistas en Europa del Este, el socialismo europeo se preocupó de mostrar una cara más nueva, renovada. Entonces dejó de percibirse como una amenaza a las libertades fundamentales. Triunfaron en varios países de Europa y respondieron razonablemente a las nuevas expectativas. Si bien hoy la mayor amenaza de este nuevo socialismo es la pretensión de un mundo “perfectamente” regulado, en general sus partidarios reconocen los méritos del libre mercado y de la iniciativa privada.
Sin embargo, esta ola modernizadora que alcanzó al mundo socialista europeo (y a algunos de sus pares chilenos) no parece haber llegado con la misma fuerza a América Latina. El discurso anti-mercado, anti-globalización y anti-empresa sigue calando fuerte en varios países de la región, de la mano de algunos de los principales líderes políticos del continente.
Hugo Chávez ha sido el mayor exponente de un discurso que recuerda a las viejas arengas de los años 60, pero que gracias el auspicio de los petrodólares vuelven a vestirse con aires de novedad. Junto a él, otros líderes de la región parecen tentados de seguir el discurso neopopulista de Chávez; aquel que explota políticamente el sufrimiento de los más pobres y culpa de todos los problemas sociales al “imperialismo” norteamericano, al comercio internacional y a las élites locales, sin hacerse cargo de la propia responsabilidad política e institucional de quienes gobiernan.
Sin embargo, poco hablan esos neopopulistas de la realidad de Venezuela. Por ejemplo, que bajo el gobierno de Chávez la pobreza pasó de 43% a 54% (en Chile no supera el 20%), en tanto que su ingreso per capita –incluso favorecido por los ingresos del petróleo- apenas alcanza los 6.400 dólares (paridad poder de compra), contra los 12.300 que exhibe Chile.
La principal explicación es el grave retroceso experimentado en materia de libertades. Bajo el mandato del presidente Chávez, Venezuela ha retrocedido 45 lugares en la ranking de libertad económica, ubicándose actualmente en el lugar 152 entre 157 países (Index of Economic Freedom, 2006), por detrás incluso de Cuba. Es decir, sólo supera a países como Irán o Corea del Norte.
En efecto, el presidente Chávez ha llevado a cabo un amplio programa de expropiación de tierras y hace pocos meses amenazó con expropiar 1.700 empresas que hoy no están produciendo a su máxima capacidad. El resultado ha sido un bajo nivel de inversión extranjera, que en los últimos 5 años suma 500 dólares por habitante, contra los 1500 dólares por habitante que ha recibido Chile.
A nivel de libertades personales y políticas el escenario no parece mejor: según el último reporte de Amnesty Internacional, “se detuvo a cientos de personas en medio de denuncias de uso excesivo de la fuerza y de tortura y malos tratos (…) Al sistema judicial le falta imparcialidad e independencia, particularmente en el contexto de la polarización política (…) También constituye un motivo de preocupación el temor de que (algunas reformas legislativas) pudieran limitar los derechos a la libertad de expresión y de asociación”.
De esta manera, el liderazgo del presidente Chávez ha sido bastante más dañino que lo que su activa propaganda pretende presentar. Aquellos países latinoamericanos que hoy sienten la tentación de seguir sus pasos deben anticipar con responsabilidad que ello no constituye más que un caminar cierto hacia la pobreza y el atropello a la libertad.
Ignacio Illanes G. es Director del Programa Sociedad y Política de Libertad y Desarrollo
- 31 de octubre, 2006
- 23 de enero, 2009
- 2 de octubre, 2024
Artículo de blog relacionados
Por Eduardo Carmigniani El Expreso de Guayaquil La Mesa 7 de la Asamblea...
30 de mayo, 2008Por Jesús Galindo Noriega y Miguel A. Cervantes Una de las molestias de...
1 de febrero, 2022- 23 de octubre, 2009
Por José María García-Hoz ABC BOEING vs. Airbus. A la altura de los...
25 de julio, 2006